viernes, 7 de noviembre de 2008

Mamá, quiero ser periodista

Nunca deja de sorprenderme la capacidad de los medios de masas para meter la pata continuamente al dar la información (eso, cuando sea verdadera información). Ya no hablo de faltas de ortografía, palabros inventados o manipulaciones malintencionadas. Esta mañana en el metro leí el siguiente titular: El Consistorio rechaza dos torres de 15 metros en la estación central del AVE.

Seguramente, a estas horas aún no han corregido el error en la edición digital. Lástima de joyas que se fueron a la papelera de la edición impresa. Debería haberme cogido un ejemplar para enseñar a mis alumnos lo que es la coherencia. Claro, unas torres de 15 metros de altura podrían provocar la rotura de las piernas de quien cayera desde su terraza, además de impedir la visión de los bajos de las fincas más próximas, o tapar algún que otro pimpollo.

Tras recuperarme del asombro que me provoca que tras más de diez horas (como poco) nadie haya tomado cartas en el asunto en cierta redacción, se me vuelve a quedar cara de bobo leyendo en el mismo diario (edición digital), que el próximo Renault de Alonso "llevará el ordenador más potente de la F1" [sic]. Pero la noticia no se refiere a un ordenador integrado en el coche, sino de desarrollo de prototipos (cálculo de aerodinámica, de telemetrías, etc.). Cualquiera que esté informado del asunto sabe que los ordenadores que desarrollan los monoplazas ocupan una habitación entera. Vamos, que yo tendría que irme de casa para meter la dichosa computadora. Por lo menos, el cuerpo de la noticia no tiene nada que ver con el titular engañoso. Y menos mal, pues habrá que dar gracias de que este tipo de diarios sean gratuitos incluso en papel, con tanta metida de gamba.

¿Será esa la razón de su gratuidad?

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