domingo, 21 de diciembre de 2008

Advierto de que no conoces de lo que hablas

Así me he desayunado, con un titular de Elpais.com en el que el nuevo secretario de ceceoo (para Urdaci, Comisiones Obreras) manifiesta que "Aquí hay mucho opinador que no conoce de lo que habla". Supongo que quería decir que tal opinador no sabía de lo que hablaba, ya que uno no conoce nada o bien conoce algo, poco o mucho de lo que habla. Lucidos estamos si a las primeras de cambio al estrenar cargo los que nos representan hablan así de mal y nos cambian el comportamiento de los verbos o sus complementos. Por cierto, ¿conocen de Ignacio Fernández Toxo, el ínclito secretario?

Por otro lado, completando el titular, proseguimos con el verbo advertir. Resulta sorprendente que durante muchos años las cajetillas de tabaco españolas llevaran una advertencia con más fallos que palabras. Así lo advirtió (se dio cuenta) hace mucho tiempo el filólogo de la Agencia Efe Alberto Gómez Font y lo publicó su actual presidente, Álex Grijelmo, de quien ya hemos hablado alguna vez. Y los dos nos han advertido de (puesto en conocimiento de) los errores de la famosa frase "Las Autoridades Sanitarias advierten que el tabaco perjudica seriamente la salud". ¿Los han advertido? La primera vez que busqué los errores no daba pie con bola, pero ahí va la explicación:
-autoridades sanitarias van en minúscula, por no ser ninguna entidad con nombre propio;
-ya hemos visto la diferencia entre advertir algo y advertir de algo, aunque el uso de este verbo a veces es un poco lioso;
-lo que perjudica no es el tabaco, sino sus miles de aditivos, y más concretamente, fumárselo;
-se perjudica a alguien o a algo, con preposición, aunque en este último caso la preposición a es opcional; Gómez y Grijelmo hilaron muy fino, pero la verdad es que el uso mayoritario es perjudicar a;
-la salud no puede ser perjudicada seriamente (calco del inglés serious) ni alegremente, porque no hay enfermedades serias o alegres; en todo caso son graves, así que se debería decir gravemente.

O sea, que el cartelito de marras debería ser: Las autoridades sanitarias advierten (al público) de que fumar tabaco perjudica gravemente (a) la salud. Tal vez ese de que suene mal si nos dejamos el complemento directo que he añadido entre paréntesis, lo que pasa es que el verbo advertir se usa en otras construcciones como Le advirtió que no invirtiera en Madoff, sin la preposición de y correctísimamente. Pero aquí significa "aconsejar". Y las autoridades sanitarias no pueden aconsejar que fumar tabaco perjudique a la salud. Nos ponen en conocimiento de que es perjudicial.

Vaya lío. Creo que esta vez m'he pasao. Como Madoff.

Viñeta de Peridis en El País.


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