lunes, 11 de agosto de 2008

Contra entre mientras cuanto

No sé si es que sólo oímos lo que nos interesa --que suele ser asín-- o lo que nos sugieren unos cuantos sonidos. Nos nos hace falta la sílaba dre si se cagan en nuestro pa... y joputa no es el marido de la japuta, ese pez mediterráneo y teleósteo a la par.

A mí, especialista en hablarle al cuello de la camisa, me suele ocurrir cuando me ofrecen algo: pienso y contesto bueno, pero articulo algo así como wno. Lo normal es que entiendan que he dicho no, así que servidor piensa que más vale pronunciar bien que repetir dos veces, pero se acostumbra y vuelve a tropezar con la misma piedra.

Algo parecido debe ocurrir con el uso de muchas palabras que cambiamos de sitio o inventamos por la simple coincidencia de sonidos, la perrería articulatoria o ambas. Jesús Gil ya dejó para la posteridad el adjetivo ostentóreo, que es aparatoso (ostentoso) y causa mucho ruido (estentóreo) al tiempo. He aquí un palabro con todas las de la ley y altamente mediático.

Sin en cambio (que lo he llegado a oir por sin embargo) hay palabras que se resisten a los hispanohablantes como el adverbio cuanto en la expresión cuanto más. Se ve que nuestra perritud nos lleva a conformarnos con el grupo -nt- (cuanto) y de ahí pasamos a contra, entre y mientras. La primera indica contrariedad, así que no pega ni con cola y es el uso que más patadas pega a la gramática: Contra más me arremango el refajo, más tieso tié Salustiano el badajo puede ser aceptable en Villargordo de la Cabramocha, pero más p'acá, como que no. Entre más se dice por centroamérica y Méjico (que, por cierto, aunque se puede escribir México se pronuncia con j puesto que la x representaba antiguamente su sonido; diga megsicano y quedará como un auténtico gringo), pero la preposición entre denota una posición intermedia y como que tampoco, y aun así se oye por estos lares. Por último, se acepta la variante coloquial mientras más, aunque tiene un matiz temporal que no coincide con el valor comparativo de cuanto más prima, más se arrima. Y es que hay primas que no tienen comparación en Oregón...

Habiendo cumplido con la pedorrez semanal, aprovecho para despedirme sin más ni menos (que también lo he llegado a oir) porque me he dejado el gas abierto. Felices juegos olímpicos.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Como en todo blog que se precie no puede faltar al menos un comentario por parte de la mujer (pareja, compañera, "pierna peluda" como se denomina coloquialmente en Chile a este parentesco) del autor del blog en cuestión, así que allá vamos... -yo pedí muerte pero me tocó susto-.
Para empezar doy fe que mi querido compañero habla para el cuello de la camisa, es más creo que yo fui la primera que le dijo que lo hacía un día ya desesperada por no entenderle la respuesta a un sencillo "¿quieres cenar"?...
- él: wno
- yo: no?
- él: que wno
- yo: ¿sí o no?
- él: que te he dicho que wno!
- yo: pues nada yo me hago una ensaladita y si luego te da hambre te haces lo que quieras (soy dada a las largas explicaciones)
- él: que te he dicho que bueno
- yo para mis adentros: ain!...
Y sí, tropieza y tropieza con la misma piedra y por más que intento distinguir el tono entre un wno (no) y un wno (bueno) después de 5 años juntos no lo he logrado... a ver si para las bodas de plata... mmm... va a ser que no, que para esas alturas ya llevaremos audífonos y estaremos sordos como tapias...
Y hasta aquí dejo mi comentario, el cual he leído varias veces en busca de alguna falta de ortografía para evitar las furias del autor, claro que seguro que me llevo más de un rapapolvo por algún error gramatical, una coma de más (o de menos) o un acento comido... en fin lo dicho: que wno.

COCOLISO dijo...

¡Como para discutir con mi señora, manque sea de redacción! Pero que sirva de especificación que wno en función de bueno tiene la w tónica, mientras que wno en función negativa es aguda. Vamos, que sólo yo me aclaro y más me vale vocalizar para cenar.