lunes, 16 de noviembre de 2009

Cosas que ocurren un "finde" cualquiera

Un sábado vas a comer a la cafetería-restaurante de La Beneficencia (un centro cultural que da de comer a muchos funcionarios necesitados de tiempo libre) que disfruta de una terraza al aire libre (como toda terraza que se precie) que se respira en el jardín interior de dicho centro. En mi vida imaginé que un carrito de plástico para muñecas tamaño bebé pudiera estar dentro del catálogo de objetos requisables susceptibles de dañar el patrimonio museístico epañó-valensià. Pero tal como abres el carrito y lo empujas para que tu hija no provoque un hinchamiento de gónadas paternal y desfogue su hiperactividad con un producto en apariencia inofensivo, aparece un ocioso guardia de seguridad que advierte de la prohibición de introducir en el museo artículos como el mentado carrito. La verdad que no pensaba introducir el carro en ningún sitio, pero con esa regla sí que dan ganas de hacerlo con su perpetrador. No es de recibo que los niños jueguen a la pelota en una sala de exposiciones, pero ¿un carrito en un jardín? Asínque, ya lo saben, mientras introduzcan la Nintendo o la PSP, no problem, lo importante es no dañar el patrimonio, no los cerebros.

Un domingo, un aficionado a la Fórmula 1 que no se entera hasta el mismo "finde" de la celebración de un espectáculo de Ferrari en Valencia y Cheste asiste anonadado y por televisión a un espectáculo aún mayor: un "poc" Honorable President que no asiste al congreso de su partido porque su obligación le reclama prestar servicio a todos los valencianos en pro del empleo de la Comunitat por la gloria de la Mare de Déu (pausa para respirar), conduciendo un Ferrari último modelo a la vera de Rita (el bolso que se da no se quita) y transportando al "presi" de Ferrari y sus pilotos Alonso y Massa.

¡Qué sacrificio por la Comunitat! ¡Cuánto empleo estable con un gesto tan sencillo e informal! ¡¡Nunca podremos reprochar a la Generalitat los millones de euros que presta a al agujero negro Terra Mítica con tales servicios al Servef!! Valensians!! Aprengau del vostre leader i arrimeu el muscle!! Ah, no!! el hombro, que muscle es català!!


Che, lo que faça falta!!


PD: En el momento de escribir estas líneas, un señor llamado Benedicto residente en Roma critica la opulencia en una Cumbre sobre seguridad alimentaria (eufemismo de "hambre"). Sí, me refiero al mismo Benedicto que lleva una cruz de plástico y vive en una favela de Río para no ostentar opulencia. Pero de esto ya hablaremos otro día, que los lunes ya no son "finde".

"Finde" la entrada.

2 comentarios:

Toni Solano dijo...

"Estos romanos están locos..." (y de los "robanos" de aquí, ni hablamos...)

COCOLISO dijo...

Sí, casi mejor callarse, no sea que alguien se querelle por sentirse aludido. Aunque vea furgonetas nocturnas conducidas por la oposición...