sábado, 28 de febrero de 2009

Y otra de carteles

Como lo prometido es deuda, y las deudas llevan al concurso de acreedores, mejor cumplo la palabra dada de continuar exponiendo fotografías de carteles captadas en tierra de Indias.
De aperitivo, uno que (salvo por la ausencia de tildes o puntuación) carece de incorreciones y al que le sobra intimidación. Vamos, lo que se dice un cartel persuasivo y funcional.

¿E o no e? La verdad es que cualquiera se acerca a la cerca, valga la rebuznacia. Por otra parte, hay establecimientos con nombres controvertidos como el siguiente, que en inglés viene a significar "diente del culo". Sin embargo, es de admirar su multidisciplinariedad (toma palabro). Lo mismo te sacan una muela (odontología) que te enderezan la pata corta (ortopedia).

Ahora bien, hay comercios que no tienen tan claras sus atribuciones y no abarcan tanto. Es más, deben dejar bien claro a qué se dedican para que no haya malentendidos y los paletos del pueblo no se den por aludidos y la tomen por tienda exclusiva. Que no haya dudas.

Cambiando de tercio, y distando mucho de ser un baño público en condiciones, tenemos este mingitorio. ¡Qué nombre, a quién se le ocurren estas cosas? Gracias a Dios que alguien inventó el meadero, aunque suena más pulcro urinario. Pero aquí lo que tenemos es un recipiente de loza de tamaño considerable, y además con hache. El problema es que a mí no me parece un orinal como el que tenía de niño debajo de la cama...

Y como todo lo que empieza tiene que acabar porque si no uno se cansa más de lo que debiera o no recibe compensación económica adecuada, finiquitamos esta sesión cartelística con un epíteto donde los haya. Decía la copla "Ohos verdeh, verdeh como l'arbahaca, verdeh como er trigo verde, y el verde, verde limón". El autor de este cartel estaría pensando en una versión tal que "hielo frío, frío como el hielo, frío como el hielo de agua, y hielo, hielo congelao". Porque es que si no, no me explico. Nos vemos en una semanica. Aaaaaaaaaaaaaaaaaaadiós.

domingo, 22 de febrero de 2009

Una de carteles

Seguramente, amigos lectores, entre los cienes de miles de millones de emilios que circulan por internet, reenvía que te reenvía, hayan recibido en su correo algún pogüerpoint con fotos de carteles manuscritos dignos de ser inmortalizados. Por ello, es probable que alguna de las fotos que hoy presentamos aquí les suene de algo --si es que las fotos suenan-- pues más de un lector de estas líneas está en mi agenda de correo electrónico. Sin en cambio, nos vemos en la tesitura de publicallas y no enmendallas tal y como sus autores las parieron pues nos recuerdan que, sea cual sea la orilla del charco que habitemos los que hablamos español, le pegamos la patada en todo el hígado a la lingüística sin distinción nacional ni nada. Que para eso semos tós (con tilde diacrítica para diferenciar del sustantivo tos, que no se diga) hispanohablantes. Para muestra, un cartel de un ¿bar? colombiano, pues esa parece ser la procedencia de estas fotos.


Vamos, no me digan que la invitación, aun siendo tan llana, no es tentadora ni ná. Bien es cierto que ser americano acarrea ciertas dificultades ortográficas a la hora de escribir diferentes a las de un ejpañó de pura cepa (sobre todo si se es estadounidense y no se entiende ni papa de español). Pero lo del siga paentro forma parte de la idiosincrasia española desde que existe el ajo y el cuartelillo de la meletérica. No me digan que no. Pero sigamos con más muestras.


Esperemos que lo hablen mejor de lo que lo escriben. Por lo menos siempre nos quedará el recurso del inglés: duyu andestán?

Al igual que sucede cuando llamamos a un timbre, que nos abren abajo después de tocar arriba, el cielo se abre ante nuestros ojos como un cuadro barato de hotel de una estrella. La duda que me corroe es a qué versículo bíblico pertenece la inscripción de la pared. Si es que ahí usan la Biblia.

Cuántas veces habremos dicho de coña esta palabra refiriéndonos a una gran superficie de capital francés. Pues por allá, también. Y además no tienen ningun pudor en llamar así a una tienda. ¡Seguro que no tienen problemas de marca registrada! En fin, en la próxima entrada veremos más joyas de este tipo que, si bien pueden carecer de corrección, nos ofrecen una sonrisa.


sábado, 14 de febrero de 2009

El Sueño es Vida


El jueves pasado tuve la ocasión con el cole de ver La vida es sueño en el Teatro Principal (hasta el día 22). La más que correcta representación despertó aplausos sinceros entre el público juvenil, que venía a ser la mitad de la butaca, tal vez por que el elenco también había participado en series de TV y les resultaba conocido. Al día siguiente, una alumna comentaba que era la primera vez que algún compañero pisaba el teatro. Le contesté que a lo peor era la última, dado a las aficiones del pueblo. Esto último se me confirmaba almorzando con un amigo, con el que comentaba la función, que reconocía no haber pisado un teatro más que por casualidad.

Respecto a la función, y sin pretender dármelas de crítico, querría decir algunas impresiones. En primer lugar, las otrora leyes de las tres unidades del teatro (de acción, de tiempo y de espacio) que trajeron dolores de cabeza a tantos creadores y público no son tan importantes hoy. A nadie asombra ya que se cuenten varias historias simultáneas en distintas épocas y lugares. Lo que era un sacrilegio para el teatro clásico hoy en día es cosa baladí. Lo que sí debe seguir asombrando es que el decorado perjudique a la representación, sonora o espacialmente, o no se oiga bien a los actores, por culpa de su posición. Dar la espalda al público es una prohibición tácita que sólo se rompe si lo exige la representación, y esto ocurría con demasiada frecuencia en la producción de Pérez de la Fuente, perjudicando la acústica de los diálogos.

Por otro lado, la modernización de los clásicos suele traernos puestas en escena aparentemente atrevidas y rompedoras. Lo penoso es que gran parte de estas puestas en escena pretenden asumir la importancia de la función, cuando lo que debiera importar es el texto. Esto, afortunadamente, no ocurrió. No sé si por falta de presupuesto o por respeto a Calderón (de la Barca, no el expresidente del Madrí). Pero el resultado, salvo pequeños abusos de histrionismo que escapan a la comprensión del público, es digno de un clásico del Siglo de Oro. Podríamos extrañarnos por la presencia de metralletas y la ausencia de cadenas en el calabozo de Segismundo. Pero pase. Podríamos lamentarnos por una recitación que hace hincapié en la rima, poniendo pausas donde no toca, dificultando la comprensión del texto. Porque la rima está ahí queramos o no queramos, a veces puesta con mala idea o porque no había más remedio que ponerla, y a veces porque consigue un efecto maravilloso en el mensaje. En este sentido se podía haber pulido la dicción monótona de algún que otro actor, vencido por la asonancia y la consonancia. Pero pase. Es una obra que hay que ver donde el esfuerzo de la compañía debe ser premiado con palmas palmitas. Porque lo merecen.

Y porque La vida es sueño y los sueños, sueños son (o cine para Aute) el gran teatro del mundo nos sigue ofreciendo una confusión entre realidad y ficción. Nos quieren hacer creer que un ministro y un juez cazando en una partida organizada por un militante del PP es algo inmoral, mientras asesinar animales por diversión es ético. Pretenden que una mano negra ha creado una cortina de humo para tapar la crisis económica como si esta crisis se pudiera ocultar con cortinas. Y que esa cortina está hecha de tramas de corrupción y espionaje que se ciernen como buitres sobre Génova (la del PP, no la de Colón). Tal vez quienes piensan que todo esto es una conspiración deberían rebuscar entre sus facturas, no sea que se lleven una sorpresa y acaben declarando ante un tribunal como imputados, por muy aforados que sean. Es sorprendente que quienes reclaman transparencia de los demás y se definen como transparentes se hayan vuelto tan opacos de repente. Nuestro Paco Camps, además, ha perdido su gracia dicharachera y calla ante medios de información y oposición. Y qué recortes, qué regates cuando ve un micrófono o una cámara para echar balones fuera. A este paso lo fichan en el Valencia.

Quisiera dedicarles a todos estos vengadores de la moral que pueblan nuestro hábitat el final de la obra de Calderón, ya que gustan tanto de lanzar piedras al prójimo creyéndose inmaculados. O al menos eso nos hacen creer. ¡Qué buenos actores en ambos casos! El problema es que lo que está en entredicho es su credibilidad. Que sepan
[...]
que toda la dicha humana,
en fin, pasa como sueño,
y quiero hoy aprovecharla
el tiempo que me durare,
pidiendo de nuestras faltas
perdón, pues de pechos nobles
es tan propio el perdonarlas.



sábado, 7 de febrero de 2009

Abeces beo livros (er sesto sentío)

Abeces me pregunto ke emos exo los profesores para que los halumnos combatan la ortografia con tanta acritud supongo ke se deve mas al atiborramiento curricular ke les endiñamos que a una mala pracxis del colectibo docente. Si acaso me paso al castellano normativo, que el lector me entenderá mejor. El caso es que la anarquía juvenil se extiende a su escritura como consecuencia de un sistema educativo en tela de juicio, que incluye a políticos y padres (esperemos tener suerte en el juicio, que el sistema judicial tampoco está para disparar cohetes) y a muchos factores añadidos.

¿Causas? La degradación de la política, de los programas televisivos, del periodismo, del sistema económico, de la sociedad en sí, y un largo etcétera también degradados no podía hacer menos. Si el problema fuera la ortografía escolar, acabáramos. El problema es que la palabra escrita es la plasmación de la pensada. Y alguien que no sabe escribir no es capaz de plasmar sus ideas en un texto, ya sea oral o escrito. No es un problema de inteligencia, sino de desarrollo. El Homo Sapiens Sapiens se ha convertido en el Homo Sapiens Gilipollensis gracias a la vida cómoda que nos ha proporcionado la sociedad de consumo. Para qué usar el cerebro si lo que hay que hacer es comprar y olvidar las preocupaciones. Si estás gordo te vendemos la pastillita para adelgazar. Si estás flaco tienes sinfín de pseudoalimentos para engordar. Si viejo, cremitas; si joven, sinfín de productos para consumir más, si cabe, y hacer que te sientas adulto a los doce años, con la venia parental (que no vena parenteral) puesto que para que el niñito deje de dar por saco se le compra lo que haga falta.

Pero claro, es normal que en una sociedad donde hogaño los modelos de referencia son los ganadores de Gran Hermano, los futbolistas guaperas de turno, el deportista triunfante con las venas repletas de drogaína anticontrolantidopping, las cantantes buenorras o anoréxicas y drogaditas (esto a la humanidad le viene de antaño), los políticos que trincan o, simplemente, los que trincan de lo ajeno (esto viene todavía de más lejos), lo de menos sea obtener las cosas con esfuerzo si se pueden obtener con el sudor del de enfrente. Dinero rápido para una sociedad de consumo rápido. La escritura no iba a ser menos con la calidad del pensamiento actual.

Por otro lado, siempre se le achacó a la ortografía castellana complicaciones incomprensibles como el porqué de la "h", la "b" o la "v", la "g" o la "j" o la "c" o la "z". Incomprensibles si uno no profundiza en las cosas y entiende la razón. Nunca se enseña el porqué de estas cosas, que no son aleatorias y han evolucionado con la lengua durante cientos de años. Se acata como norma y se enseña junto a un cúmulo de conocimientos, procedimientos y actitudes (¡ja!) que dicen el BOE y el DOGV que deben alcanzar los alumnos. Pero en ningún sitio dice que el alumno debe aprender a pensar. Se le presupone esta capacidad. Pero no existe la asignatura "Coneiximent del pensament" para los niños. Sin embargo, del "medi" sí. Aunque luego no sepan valenciano, ni conozcan su medio. Porque desde pequeñitos están acostumbrados a alcanzar las cosas sin esfuerzo y porque ya no se lee (preguntémosles a los niños que no leen cuántos de sus papás leen) o nunca se leyó, excepto una minoría, no son capaces de reconocer los pensamientos de los demás expresados por letras, ni las letras, ni su uso. De hecho, por no leer no leen ni tebeos (tampoco se los han comprado de pequeñitos). Tengo alumnos que no saben quiénes son Mortadelo y Filemón (y eso que hay películas). Yo aprendí a leer con tebeos. No seré un intelectual, pero si no suelo tener problemas ortográficos se lo he debido a ellos tanto o más que al estudio de la gramática. De acuerdo que "la letra, con sangre entra" y que leer es una acción que se resiste al ser humano porque cuesta esfuerzo intelectual. Pero no les pidamos con tanto rigor a los niños aquello que la sociedad no ha elegido como modelo: el esfuerzo. Y mucho menos intelectual, sobre todo en un país en el que generaciones se "educaron" con dirigentes militares cuyo lema era ¡Muera la inteligencia! (Millán-Astray a Unamuno).

Hoy, de postre, en lugar de una viñeta o un vídeo tenemos más que leer. Prediquemos con el ejemplo y disfrutemos de la genialidad que publicó Arturo Pérez Reverte a propósito de la eterna reforma de la ortografía (ésa que le gustaría a Gabo --Gabriel García Márquez--, olvidando el porqué de las cosas). Riamos con "Limpia, fija y da esplendor" (El Semanal, 6/2/2000).

Acabo de recibir un e-mail de Pepe Perona, el maestro de Gramática, reproduciendo otro que le ha enviado no sabe quién. Desconocemos el nombre del autor original, así que, en esta versión postmoderna del manuscrito encontrado, me limito a seguir el juego iniciado por mano genial y anónima. El maravilloso texto se refiere a una supuesta reforma ortográfica que va a aplicar la Real Academia, a fin de hacer más asequible el español como lengua universal de los hispanohablantes y de las soberanías soberanistas. Y lo reproduzco con escasas modificaciones.

Según el plan de los señores académicos -expertos en lanzada a moro muerto-, la reforma se llevará a cabo empezando por la supresión de las diferencias entre c, q y k. Komo komienzo, todo sonido parecido al de la k será asumido por esta letra. En adelante se eskribirá kasa, keso, Kijote. También se simplifikará el sonido de la c y la z para igualarnos a nuestros hermanos hispanoamerikanos: "El sapato ke kalsa Sesilia es asul", y desapareserá la doble c, reemplasándola la x: "Mi koche tuvo un axidente". Grasias a esta modifikasión los españoles no tendrán ventajas ortográfikas frente a los hermanos hispanoparlantes por su extraña pronunsiasión de siertas letras.

Se funde la b kon la v, ya ke no existe diferensia entre el sonido de la b larga y la v chikita. Por lo kual desapareserá la v y beremos kómo obbiamente basta kon la b para ke bibamos felises y kontentos. Lo mismo pasará kon la elle y la ye. Todo se eskribirá kon y: "Yébame de biaje a Sebiya, donde la yubia es una marabiya". Esta integrasión probokará agradesimiento general de kienes hablan kasteyano, desde Balensia hasta Bolibia.

La hache, kuya presensia es fantasma en nuestra lengua, kedará suprimida por kompleto: así, ablaremos de abichuelas o alkool. Se akabarán esas komplikadas y umiyantes distinsiones entre echo y hecho, y no tendremos ke rompernos la kabesa pensando kómo se eskribe sanaoria. Así ya no abrá ke desperdisiar más oras de estudio en semejante kuestión ke nos tenía artos.

Para mayor konsistensia, todo sonido de erre se eskribirá kon doble r: "El rrufián de Rroberto me rregaló una rradio". Asimismo, para ebitar otros problemas ortográfikos, se fusionan la g y la j para ke así jitano se eskriba komo jirafa y jeranio komo jefe. Aora todo ba kon jota de kojer. Por ejemplo: "El jeneral korrijió los korreajes". No ay duda de ke estas sensiyas modifikasiones aran ke ablemos y eskribamos todos kon jenial rregularidad y más rrápido rritmo. Orrible kalamidad del kasteyano, jeneralmente, son las tildes o asentos. Esta sankadiya kotidiana desaparese kon la rreforma: aremos komo el ingles, ke a triunfado unibersalmente sin tildes. Kedaran eyas kanseladas en el akto, y abran de ser el sentido komun y la intelijensia kayejera los ke digan a ke se rrefiere kada bokablo: "Oserba komo komo la paeya".

Las konsonantes st, ps, bs o pt juntas kedaran komo simples t o s, kon el fin de aproximarnos a la pronunsiasion ispanoamerikana y para mejorar ete etado konfuso de la lengua. Tambien seran proibidas siertas asurdas konsonantes finales ke inkomodan y poko ayudan al siudadano: "¿Ke ora da tu rrelo?", "As un ueko en la pare" y "Erneto jetiona lo aorro de Aguti". Por supueto, entre eyas se suprimiran las eses de los plurales: "La mujere y lo ombre tienen la mima atitude y fakultade inteletuale". Yegamo trite e inebitablemente a la eliminasion de la d del partisipio pasado y kanselasion de lo artikulo, impueta por el uso: "E bebio te erbio y kon eso me abio". Kabibajo asetaremo eta kotumbre bulgar, ya ke el pueblo yano manda, kedando suprimia esa de interbokalika ke la jente no pronunsia. Adema, y konsiderando ke el latin no tenia artikulo y nosotro no debemo imbentar kosa ke Birjilio, Tasito y lo otro autore latino rrechasaban, kateyano karesera de artikulo.

Sera poko enrredao en prinsipio, y ablaremo komo fubolita yugolabo en ikatola, pero depue todo etranjero beran ke tarea de aprender nuebo idioma rresultan ma fasile. Profesore terminaran benerando akademiko de la lengua epañola ke an desidio aser rreforma klabe para ke nasione ipanoablante gosemo berdaderamente del idioma de Serbante y Kebedo.

Eso si: nunka asetaremo ke potensia etranjera token kabeyo de letra eñe. Ata ai podiamo yega. Eñe rrepresenta balore ma elebado de tradision ipanika y primero kaeremo mueto ante ke asetar bejasione a simbolo ke a sio y e korason bibifikante de lengua epañola unibersa.